Récord Guinness: Corredor japonés de 105 años marca el récord mundial de 100 metros llanos en 42,2 segundos

Imitando el saludo y la pose de Usain Bolt, Miyazaki ha llegado a la meta con cierto desagrado, en tanto tras cruzar la meta dijo en sus primeras declaraciones que había cumplido “un tiempo terrible” ya que aspiraba alcanzar los 36 segundos, un registro que había logrado durante los entrenamientos. “Iba tan lento durante la carrera que los ojos se me llenaron de lágrimas”, sentenció.

Bautizado por los medios de prensa locales como el “Golden Bolt” – en consonancia con Usain Bolt, el atleta jamaiquino que tiene el récord mundial de 100 metros llanos- Miyazaki emuló para los fotógrafos tras su llegada ala famosa postura del relámpago que emplea el ganador de los seis oros olímpicos e incluso bromeó sobre Usain. “Aún debe enfrentarme en la pista”, apuntó. Recordó que “hace dos o tres años, Bolt vino a Japón y dijo que quería conocerme. Alguien intentó contactarlo conmigo, pero yo no estaba y se fue sin conocernos. Lo lamenté profundamente”, aseguró.

Desde los 90 años dedicado a la carrera en pista

Miyazaki, que había logrado ya dos récords que lo hicieron ingresar en el Libro Guinness, como el corredor más longevo del planeta –en 2013 y en 2014- reveló los dos puntales sobre los que ha logrado cumplir sus aspiraciones en las pistas. “El gran secreto para correr a mi edad es el coraje, y el segundo preocuparme bastante por mantener una buena salud”, dijo el corredor a los medios nipones. “Estoy orgulloso de mi salud. Los médicos me examinaron hace unos días y estoy como una rosa. Quizá ya no tenga la mente muy despierta, pero físicamente estoy fenomenal”, agregó, reconociendo que su intención es la de seguir corriendo en pista por lo menos un par de años más.

“Puedo ir más rápido, pero voy a tener que entrenarme más. En realidad sigo casi que siendo un debutante”, se excusó, recordando que en realidad sus deseos de correr en pista comenzaron a plasmarse recién después de haber cumplido los 90 años. “Hay que seguir y seguir”, insistió el japonés de 1,53 de estatura y 42 quilos de peso, que todos los días se carga una mochila de un quilo a la espalda y sale a correr por el parque de su barrio en la ciudad de Kyoto.